En El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) nos preocupa el problema y nos ocupa el interés porque nuestro país logre la soberanía alimentaria; varios aspectos de esta situación son el tema de algunas investigaciones institucionales, y de ello damos una muestra en el presente número de Ecofronteras.

A lo largo de miles de años, la distribución geográfica de la especie y el conocimiento de sus ambientes naturales, permitieron que se domesticaran más de 10,000 variedades de plantas y de animales, la mayoría con fines de alimentación. Sin embargo, durante el último siglo se han perdido tres cuartas partes de esa diversidad genética, y actualmente las especies de mayor importancia agrícola son tal vez unas 100, entre plantas y animales.

A medida que la globalización económica guiada por las grandes corporaciones multinacionales y las políticas desmedidas de libre comercio devastan las comunidades rurales en todo el mundo, las organizaciones campesinas se están uniendo en un clamor conjunto por la soberanía alimentaria.

El mundo del café tiene tantas facetas como existen formas de preparar la amarga y aromática bebida. Sin embargo, puedo asegurar que el mexicano promedio desconoce lo que hay detrás (¿o debería decir adentro?) de una taza de café. Lo cierto es que café significa más que una bebida: es un modo de vida y vida misma; es alimento, historia y cultura; café es montaña, río y gente. Las siguientes historias breves son ejemplos de esta aseveración; espero que después de su lectura, la frase “¡Un café, por favor!” no sea escuchada o dicha con banalidad.

El impulso de la agricultura en monocultivo ha remplazado a la agricultura tradicional de la región, basada en el diverso sistema de la milpa. A la par, han entrado las cadenas de supermercados que ofrecen, a precios subsidiados, alimentos industrializados provenientes de otras regiones.

Cuando escuchamos o leemos la palabra “microbio”, casi siempre la asociamos con enfermedades, epidemias, mugre o algo que hay que evitar. Entonces, parecerá increíble saber que muchas personas dedicadas a la actividad científica coinciden en que la vida en el planeta, tal como la conocemos hoy, no hubiera sido posible de no ser por los microbios, y que incluso si lográramos eliminarlos de nuestro propio organismo con desinfectantes, antibióticos y demás productos, simplemente dejaríamos de existir.

La mejor leche para un ser humano es la de otro ser humano. Una aseveración aparentemente tan simple resulta de suma importancia para proteger a un niño en una etapa tan crítica como son los primeros meses de vida.

Entre la lecciones aprendidas, la más importante ha sido constatar la capacidad humana de conciliar intereses cuando se antepone un objetivo común: la satisfacción de los habitantes”, se lee en el prólogo del libro Los bosques urbanos, refugios de biodiversidad: El Cerrito de San Cristóbal. Con esas palabras, los autores Lorena Ruiz Montoya y Neptalí Ramírez Marcial nos expresan su intención de compartir una experiencia. La intención se concreta en la obra, donde todo público puede encontrar elementos de interés.

Una de las características que estigmatizan a la población mexicana es su percepción sobre el tiempo y la impuntualidad. La característica de ser puntual no es generalizada y los retrasos son más bien comunes y bien aceptados. De hecho, se considera que México es un país de impuntuales. Existe una tipificación del mexicano como “una persona que no respeta el tiempo”, y se acepta una tolerancia de 30 a 45 minutos de retraso…