Editorial

Las ciencias sociales y humanas no pueden carecer de posición y punto de vista ante contextos complejos y difíciles como los que se viven en la región de la frontera sur de México. Su aporte hacia otros campos académicos resulta fundamental y de allí que la complicidad entre ciencias (la multidisciplina) adquiera un contorno muy concreto, pues se espera y se demanda que cualquier producción académica atienda a su contexto, favorezca la toma de conciencia y constituya un aporte hacia la transformación de la vida dañada.

En ese sentido, en El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) se promueven enfoques de investigación que no teman a la complejidad, ofrezcan una perspectiva integral, abarquen las dimensiones cultural, histórica y de relaciones de poder y promuevan una visión amplia: de cuenca, de región y de territorialidad cultural.

La región de la frontera que comparten México, Centroamérica y el Caribe es reconocida por su riqueza biológica, sin embargo, en ella también hay una gran variedad cultural que a la vez de darle riqueza, lamentablemente también se traduce en desigualdad social y discriminación.

Las diferentes expresiones de los desastres en México son un motivo de preocupación, tanto para las autoridades gubernamentales como para las poblaciones que debido a su ubicación geográfica, han vivido continuamente expuestas a los efectos de fenómenos perturbadores de origen natural.

La violencia de género es la manifestación extrema de las desigualdades históricas en las relaciones de poder entre mujeres y varones en casi todas las sociedades. Independientemente de la edad, la escolaridad, la clase social, el estado civil, la religión, la raza o la etnia, podemos asegurar que las mujeres, tan solo por el hecho de serlo, son quienes más se enfrentan a diversas y agudas formas de violencia.

México destaca por ser país de origen, destino, tránsito y retorno migratorio. Esta situación produce un entorno muy complejo, y más aún en las regiones fronterizas donde surgen contradicciones entre intereses sociales, económicos y políticos cuando se trata de manejar la movilidad a través de las fronteras.

El mundo en la actualidad se caracteriza por la inequidad y la desigualdad. Como muestra, según datos de la Organización Internacional OXFAM, el 1% de la población concentra el 60% de la riqueza que se produce en el mundo.

Cuando pensamos en los daños que la contaminación ocasiona, nos vienen a la mente imágenes de aves cubiertas de petróleo derramado por barcos encallados y plataformas de perforación en llamas, en los miles de peces que ocasionalmente aparecen muertos flotando en un río o frente a una playa. Sin embargo, la muerte no es la única consecuencia de la contaminación. Los seres vivos también son afectados de otras maneras más sutiles y no atraen la atención de los medios de comunicación, aun cuando los daños son tan severos como para extinguir a toda una población.

Un antiguo relato cuenta que a Cristóbal Colón, al acercarse al nuevo mundo, le pareció ver algunas sirenas…que por cierto, no eran tan hermosas ni tenían rostro humano… Es probable que se tratara de manatíes (Trichechus manatus): estos grandes, pacíficos y carismáticos mamíferos que, justamente, pertenecen al orden de los sirenios y que en México se encuentran en peligro de extinción.

El 2 de diciembre de 2014 se cumplen 40 años de haberse publicado el decreto con el cual se creó el Centro de Investigaciones Ecológicas del Sureste (CIES), y el 19 de octubre se conmemoran 20 años de la publicación del decreto que reformó al anterior del CIES, y que cambió su denominación por la de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

En una zona de gran complejidad, riqueza cultural y diversidad biológica como la frontera sur, son de gran trascendencia cuestiones como el reconocimiento de la agricultura tradicional, el impulso a modelos alternativos de producción y la generación conjunta de conocimiento entre comunidades campesinas e instituciones académicas. De estos temas nos habla Trinidad Alemán Santillán, técnico académico del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente.

Se lo topa uno en casi cualquier librería. Le di una ojeada en un aeropuerto y me pareció que debía leerlo en las vacaciones. Al terminar, lo primero que pensé es que esta obra (Maestría, de Robert Greene) debió estar disponible hace unos 35 años, cuando empezaba la licenciatura y sentía desasosiego y desesperación por lo que parecía ser una carrera interminable en la ciencia.

Carta escrita por una lideresa maya del municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, quien la entregó a personal del Grupo Procesos Culturales y Construcción Social de Alternativas, solicitando que la publicáramos de forma anónima.