Las vacunas no tienen ningún efecto neurológico, no es su blanco de acción ni la intención.
En niños y adultos tampoco existe evidencia de que la administración de la vacuna tenga un impacto el desarrollo sexual .
Por el momento los niños quedan excluidos de cualquier protocolo de inmunización contra COVID-19, ya que debe primero estudiar la seguridad y eficacia en adultos para migrar el esquema y dosis en infantes.
Lamentablemente con el alcance de las nuevas tecnologías en comunicación, muchas ocasiones nos llega información diversa y con interpretaciones ambiguas por personas no especialistas en el tema, por eso es muy importante abrir espacios como este y con mayor periodicidad para que todos podamos consultar nuestras inquietudes en diversos temas, con personas especialistas y llevarnos un mensaje depurado.