Editorial 

Es un motivo de gran satisfacción haber sido invitado para escribir el texto editorial de Ecofronteras número 82, cuya publicación coincide con el 30 aniversario de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). En 1994, año del levantamiento zapatista, el Centro de Investigaciones Ecológicas del Sureste (CIES), fundado 20 años atrás, se convirtió en ECOSUR. Ecofronteras nació poco después; su primer número apareció en junio de 1997. 

Desde entonces es la revista de divulgación de nuestro centro de investigación. El camino no ha sido fácil, se han superado obstáculos de todo tipo y se ha hecho camino al andar. 

 

Hoy en día es una publicación reconocida y muy apreciada. Sus páginas han dado cuenta de una comunidad vibrante y comprometida en la socialización de conocimiento pertinente en la frontera sur, de modo que sus 82 números representan un logro significativo en estos primeros 30 años de la institución.

 

Este número no se ha concebido como una edición especial de aniversario, pero su contenido refleja aspectos importantes del quehacer de ECOSUR y lo que se ha construido a lo largo de tres décadas. Reseño a continuación los materiales de la sección “Artículos del Pozo”, los cuales nos brindan una muestra de las interacciones socioambientales en los territorios de la región. Los trabajos pioneros de Gerald Islebe en el campo de la paleobotánica, ahora en coautoría con Alejandro Aragón-Moreno, nos permiten conocer la relación entre el cultivo de maíz por los antiguos mayas y sus estrategias de sobrevivencia en periodos de sequía. Juan F. Barrera, a través de breves historias de ficción, nos comparte su experiencia y vivencias de más de 40 años trabajando en zonas cafetaleras.Martha García Ortega aborda el tema de la movilidad humana en la frontera sur, mediante las dinámicas migratorias de la agroindustria azucarera entre México y Centroamérica. Jaime Francisco Camelo-Vidal y Patricia Gerez-Fernández nos narran la historia del conocimiento de los manglares y la rica biodiversidad que albergan estos ecosistemas.

 

Por otra parte, en la sección “Artículos a Puertas Abiertas”, Alfredo López Caamal, Ricardo Reyes Chilpa y Silvia Laura Guzmán Gutiérrez dan cuenta de las propiedades medicinales y culinarias de Litsea glaucescens, el laurel mexicano originario de Mesoamérica, que actualmente se encuentra en peligro de extinción. Por su parte, Samantha Ordóñez-Flores, Diana Fuentes de la Rosa, Juan Manuel Serrano y Leticia Ochoa-Ochoa nos permiten comprender cómo los sonidos de la naturaleza afectan nuestro estado de ánimo e influyen en ciertos aspectos de salud; y de forma amena, José Antonio Miranda-Jácome nos habla del viejito, nombre común de Pilosocereus leucocephalus, la cactácea columnar de la selva baja caducifolia. En la sección “De Literatura y Otros Asuntos”, Héctor Javier Sánchez Pérez hace un recuento histórico de la tuberculosis, de su situación actual en México y el mundo, y de su relación con factores sociales.

 

El número incluye una entrevista con Antonio Saldívar Moreno, director general de ECOSUR, quien habla de su trayectoria profesional y sus intereses académicos, además de compartirnos su perspectiva de lo que es nuestra institución a 30 años de haber sido creada y de los principales problemas que debemos abordar actualmente.

 

Concluyo esta nota destacando a quienes han sido responsables de la edición de Ecofronteras desde el primer número: Fernando Soto Tock, Sofía Carballo Espinosa y, de manera especial, Laura López Argoytia, responsable a partir del número 10, publicado en marzo del 2000. Sin duda, esta es cada vez una mejor revista y un orgullo de ECOSUR. ¡Larga vida a Ecofronteras!   

 

Pablo Liedo, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula