Una ola de incertidumbre desafía a las nuevas generaciones pesqueras

Alma Oliveto-Andrade, Romana Gabriela Ehuan-Noh, Francisco Fernández-Rivera Melo y Alejandro Espinoza-Tenorio

Resumen: La pesca de pequeña escala ha sido históricamente infravalorada y poco atendida por la sociedad y el gobierno, lo que ha provocado un incremento en los riesgos ambientales y socioeconómicos, y un futuro incierto para esta actividad; aun así, diversos hombres y mujeres jóvenes pertenecientes a familias del gremio pesquero, mantienen expectativas respecto a ella. Una forma de preservar lo relacionado con dicho sector sería afrontar sus tiempos venideros con generaciones resilientes y capacitadas ante escenarios inestables, mirando hacia un relevo en el que las personas jóvenes son los actores centrales.
Palabras clave: juventud, zonas rurales, riesgo, pesca artesanal, sistemas productivos.
 

Maayat’aan (maya): Ma’ óojela’an ba’ax ku taal u k’iinil ti’ máaxo’ob layli’ ku meyajtiko’ob chuk kay 
Kóom ts’íibil meyaj: Le úuchben meyaj chuk kaye’ ts’o’ok u yúuchtal mun yila’al je’ex k’a’ana’ane’ bey xan jach mina’an u táan óolta’al tumen u jeel kajnáalilo’ob yéetel jala’achilo’ob wáaj gobierno, lebetik ts’o’ok u téek ya’abtal u loobil way yóok’olkaabe’ bey xan jach mina’an le taak’in ku náajaltik kajnáalilo’ob, kalikil túune’ ma’ k ojéel bix kun ts’o’okol le meyaja’; kex beya’, ya’abkach táankelem yéetel xlo’bayen wíiniko’ob yaan u ch’i’ibalil chuk kay ti’ob ku tukliko’obe’ uts kun bin ti’ le meyaja’. Bix u béeytal k kanáantik ma’ u sa’atal u meyajil chuk kaye’ k ts’áaik k óol ti’ k jok’ol ti’ le talamilo’ob ku taalo’ob, ka yanak múuk’ óolal ti’ táankelemil bey xan k’a’abet u yojéel u kaxto’ob u jok’olo’ob táanil, tumen k’a’ana’an xan k ilike’ máaxo’ob kun p’atal meyajtike’ leti’ le táankelem yéetel lo’bayen wíiniko’obe’.
Áantaj t’aano’ob: táankelemil, mejen kaajo’ob, loobil, chuk kay, sistemas productivos. 


Bats’i k’op (tsotsil): Ta xchibaj yo’ontonik li ach’ jch’ieletik jmaschoyetike
Smelolal vun albil ta jbel cha’bel k’op: Jlom buch’utik mu toj epuk smakoj yabtelik ta smasel choyetike, vo’ne xa mu’yuk bu ich’bilik ta muk’ ta stojolal li jnaklumetik xchi’uk li muk’ta jtunel vu’eleltike, skoj ti li’e, mu nomuk xa xtal sokes jch’ieb jkuxlebtike xchi’uk oy yik’aluk xtal sme’onal ta stak’inetike, ja’ ti chlaj xa tal li abtelal ta smasel choyetike; jlom kerem tsebetik xchi’uk yuts’ yalaltake oy to smalael yu’unik xlekub talel yabtelik ta smasel choyetike. Sk’an oyuk tsatsal kerem tsebetik sventa kuxul o yu’unik yabtelike, pe taje sk’an oyuk chanubtasel bijubtasel ta stojolalik sventa xu’ smakik ti mi oy k’usi tsots xtal ta stojolalike, ti mi laj yipal ta abtel li moletike, ja’ x-och ta abtel li ach’ jch’ieletike.
Jbel cha’bel k’opetik tunesbil ta vun: kerem tseb, bik’it lumetik, lek o chopol sta ta xkuxlejal, smasel choyetik, sa’bel smelol k’uxi x-epaj ts’unobiletik.

 

La juventud es una etapa que resulta de múltiples agentes contextuales, tales como la identidad —comprensión de quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo—, la educación, las actividades productivas o el hecho de vivir en un mundo altamente interconectado. Es un periodo formativo relevante para el interés colectivo, porque las herramientas, ideologías y patrones generacionales que se den a las “juventudes actuales” marcarán el rumbo de nuestro futuro como sociedad.

En las pesquerías de pequeña escala, que enfrentan graves vulnerabilidades aun cuando son clave en diversos procesos comunitarios y ambientales, el papel de las personas jóvenes puede ser la diferencia entre su continuidad o su desaparición. Por esto, conocer las historias y direcciones de las juventudes pesqueras nos y las prepara para responder a las diversas problemáticas que enfrenta y seguirá enfrentando este sector. El futuro del mismo tendría que afrontarse con generaciones resilientes y capacitadas para preservarlo ante la inestabilidad que se vislumbra, así que es necesario mirar hacia el relevo generacional, en el que las juventudes son los actores principales.

El sector pesquero y su relevo generacional

La pesca de pequeña escala (PPE), también conocida como artesanal o ribereña, es una de las principales actividades productivas en los más de 11,000 km costeros que tenemos en México, e involucra a hombres y mujeres que realizan viajes de pesca cortos y cercanos a la costa utilizando artes poco tecnificadas y embarcaciones menores de fibra de vidrio o cayucos. Actualmente, la PPE provee alimento, cultura, trabajo y desarrollo a más de 300 mil personas en nuestro país.

Sin embargo, y pese a su importancia, la mayoría de las personas dedicadas a la pesca no tienen garantizados lo servicios básicos, son vulnerables a las fluctuaciones en los precios de pescados y mariscos, y a los de su material de trabajo —artes de pesca, motores, gasolina y embarcaciones—, además de que enfrentan la disminución de los recursos pesqueros. Las condiciones laborales son precarias: salarios bajos, jornadas extendidas, inestabilidad, procesos productivos irregulares; además prevalece la inseguridad física, legal, económica y laboral, y no siempre se cuenta con suficientes conocimientos normativos y técnicos.

Se debe agregar que la vida de gran parte de las familias que dependen de esta actividad se desarrolla en zonas rurales, en donde, además de que la marginación social y la pobreza son altas, hay grandes deficiencias en infraestructuras clave, como en educación, salud, comunicaciones, suministro eléctrico, internet y abastecimiento de agua. Por otra parte, el sector pesquero ha sido históricamente infravalorado y poco atendido por la sociedad y el gobierno, lo que ha provocado un incremento en los riesgos ambientales y socioeconómicos. Todas estas situaciones adversas crean una fuerte incertidumbre entre muchas mujeres y hombres jóvenes por participar en la PPE.

Aun así, los podemos encontrar administrando, vendiendo, transportando, arreglando motores, buceando y, por supuesto, pescando en mares, ríos y lagunas de México.

La actividad de las familias pesqueras en nuestro país tiene un fuerte arraigo económico y emocional. Niñas y niños ayudan desde muy temprana edad en labores de apoyo preparando la carnada, arreglando las redes y desembarcando la pesca del día; conforme crecen, se incorporan en las diferentes etapas de la red de valor. Las personas jóvenes disfrutan de la vida en el mar por las experiencias, aprendizajes, conexiones y desafíos que les permiten generar autonomía e independencia. De las motivaciones menos evidentes para nosotros, pero incuestionables para ellas y ellos, está el impulso de prevalecer en los eslabones de la pesca para fortalecer sus relaciones con papás y mamás, como un espacio donde se reproduce la vida y la unión de los grupos familiares.

Así, imitan el trabajo de sus padres en la pesca y buscan formar parte activa de una cooperativa o de las decisiones en sus comunidades; en general, perciben oportunidades de desarrollo personal y social dentro del sector.

Aunque cuentan con vínculos basados en la confianza, reciprocidad, apoyo y conexiones con sus familiares y amistades, además de valores culturales y productivos estrechos con la pesca, son una generación que está replanteándose entre permanecer en la PPE o abandonarla, entre otras razones, por la marginación de este modo de vida y el mensaje de sus predecesores de que busquen otra actividad para “vivir mejor”.

Surfear la ola de la incertidumbre

Como ya se expuso, la gente joven está en alerta o incluso disminuyendo sus motivaciones para continuar en la pesca. A pesar de que vislumbran oportunidades de desarrollo, no desean que sus hermanos menores o hijos se involucren a causa de los riesgos provocados, por ejemplo, por el cambio climático, lo que se refleja en el aumento de eventos hidrometeorológicos extremos, como nortes y huracanes, y pérdida de especies marinas. Además, debido a la sobreexplotación de los recursos pesqueros, dudan que la actividad se mantenga a largo plazo en sus localidades. Esto obligaría a más de la mitad a migrar, dado que la pesca es en muchas localidades rurales y costeras el mejor y, en algunos casos, el único empleo. Si bien este grupo de población reconoce que existen temporadas “buenas”, estas no se comparan con las que les platican sus padres y abuelos.

Otro factor es la desconfianza que les despiertan las autoridades del sector, ya que no proveen de servicios adecuados, lo cual dificulta el acceso a información normativa y de trámites para la obtención o renovación de licencias y permisos de pesca. Por último, señalan la brecha y falta de acceso a información respecto a sus pesquerías.

También asocian la incertidumbre y abandono de la PPE con hechos como haber vivido el colapso de pesquerías de alta importancia comercial, como la del ostión en el golfo de México, además de los salarios inestables e insuficientes y las restricciones pesqueras, por ejemplo, los refugios, vedas y leyes que no se adecúan a sus necesidades. De igual modo reconocen que el poco acceso a la educación los induce a emigrar de sus comunidades, lo que disrumpe su unión con el sector pesquero.

La disparidad de oportunidades educativas, laborales y de género constituye un reto constante. Esta desigualdad social también se origina en el incremento de la inseguridad por efectos del crimen organizado y los conflictos por la industrialización de las comunidades costeras (petróleo, puertos, hotelería), añadiendo los altos índices de alcoholismo y drogadicción que enmarcan el trabajo pesquero.

El panorama desigual para las mujeres se expresa como secuela de la poca visibilización de su rol. La falta de remuneración económica por su trabajo productivo y reproductivo en el sector las sitúa en un estado muy vulnerable.

Existe un actuar social sistémico que infravalora el trabajo de la mujer, y más aún de la mujer joven, y lo traduce como “apoyo para la familia” (muchas veces sin remuneración económica), limitando su independencia y autonomía. Las mujeres suelen participar en el proceso de transformación del producto de la pesca de escama durante el fileteo, esto es, que una vez descargado y seleccionado el producto, son ellas quienes lo cortan, limpian o empacan para su venta. Su paga es inestable porque depende de la cantidad y de si el pescador quiera que se trabaje.

En conclusión, aun cuando las juventudes desean continuar con la tradición familiar, por la pasión y adrenalina que esta actividad genera, tienen preocupaciones por la herencia socioambiental que están recibiendo. Hay jóvenes líderes que son cada vez más participativos o participativas, que se están capacitando y adquiriendo herramientas digitales, además de que alzan la voz en nuevos espacios y de que toman conciencia de ser los agentes del cambio para acelerar la marcha hacia la sustentabilidad de las pesquerías. El desafío es cómo sumar a la mayor parte de la juventud que tiene suficientes razones para la desesperanza ante un futuro incierto.

Escuchar y procurar esfuerzos que reduzcan las preocupaciones y problemáticas juveniles en torno a la pesca es una excelente oportunidad para disminuir las desigualdades generacionales y de género por las que atraviesa este grupo social, y ocuparse de resolver futuros agravamientos de una actividad productiva tan importante. Ante la incertidumbre, las juventudes deberán diseñar e implementar iniciativas y acciones locales dirigidas a la adaptación y mitigación del cambio climático en sus localidades, a la diversificación económica, a ser innovadores para aumentar el valor agregado del producto pesquero, a ser eficientes en la red productiva de la PPE, generando habilidades y capacidades a través de actividades de educación formal y no formal, y buscando alianzas con otros sectores para la profesionalización de la actividad.

 

Bibliografía

Espinoza-Tenorio, A., Ehuan-Noh, R. G., Cuevas-Gómez, G. A.  et al. (2021). Between uncertainty and hope: Young leaders as agents of change in sustainable small-scale fisheries. Ambio, (51), 1287-1301. https://doi.org/10.1007/s13280-021-01639-2

Oliveto-Andrade, A. (2023). Motivaciones de los jóvenes de comunidades marginadas en territorios petrolizados para participar en la pesca de pequeña escala en México. Tesis de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con orientación en Manejo y Conservación de Recursos Naturales, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche, México.

Solano, N., Lopez-Ercilla, I., Fernandez-Rivera Melo, F. J., y Torre, J. (2021). Unveiling Women’s Roles and Inclusion in Mexican Small-Scale Fisheries (SSF). Frontiers in Marine Science, (7), 617965. https://doi.org/10.3389/fmars.2020.617965

 

Alma Oliveto-Andrade es egresada de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural de El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche (México) | alma.oliveto@posgrado.ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0001-7914-2762

Romana Gabriela Ehuan-Noh es técnica de Pronatura Noreste (México) | gehuan@pronatura-noroeste.org | https://orcid.org/0000-0002-4525-2370

Francisco Fernández-Rivera Melo es catalizador de la línea Escalamiento de Comunidad y Biodiversidad, A. C. (México) | ffernandez@cobi.org.mx | https://orcid.org/0000-0003-4569-917X

Alejandro Espinoza-Tenorio es investigador de El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche (México) | aespinoza@ecosur.mx | http://orcid.org/0000-0002-0211-2976

 

Ecofronteras, 2023, vol. 27, núm. 79, pp. 10-13, ISSN 2007-4549 (revista impresa), E-ISSN 2448-8577 (revista digital). Licencia CC (no comercial, no obras derivadas); notificar reproducciones a llopez@ecosur.mx