Juventudes por la pesca en México. Experiencias de las comunidades de aprendizaje y comunidades de vida

Antonio Saldívar Moreno, Rodolfo Mondragón Ríos, Alicia Muñoz Ray y Miriam Areli Velázquez Castillo

Resumen: Los encuentros regionales “Juventudes por la pesca en México” se fundamentan en las comunidades de aprendizaje-comunidades de vida, una apuesta metodológica que ha hecho posible el intercambio de saberes y prácticas cuando se comparten contextos comunes. El punto de partida es la construcción de vínculos duraderos y de confianza, de respeto mutuo y al entorno ecológico, junto con el reconocimiento de las habilidades, conocimientos y experiencias del otro/a, para defender el modo de vida de quienes pertenecen a la pesca artesanal, una actividad que ha sido negada y desvalorizada.
Palabras clave: pesca artesanal, comunidades de aprendizaje, comunidades de vida, metodologías participativas, sostenibilidad pesquera.


Maayat’aan (maya): Táankelemil wíiniko’ob meyajtik chuk kay tu noj lu’umil México. U meyajil múuch’ jkáambalo’ob yéetel múuch’ éet kuxtalo’ob
Kóom ts’íibil meyaj: Múuch’táambalo’ob “Juventudes por la pesca en México” yóok’olal chuk kay tu noj lu’umil en México jets’a’an ti’ múuch’ jkáambalo’ob yéetel múuch’ éet kuxtalo’ob, jump’éel moodo meyaj tu’ux ku múuch’ káambal yéetel ku múuch’ meyaj wíiniko’ob ku kuxtalo’ob ti’ keet kúuchilo’ob.  U múuk’ le meyaja’ ku taal ti’ u ma’alob bisikuba’ob yéetel alab óolil ichilo’ob, ti’ paklan tsíikbe’enil wáaj respeto bey xan tsíikbe’enil ti’ ba’ax bak’pachtiko’on yaan yóok’olkaab, bey xan k k’ajóoltik ba’ax ku béeytal k meentik jujuntulilo’on, ba’ax k k’ajóol yéetel ba’ax ts’o’ok u máansik yéetel u kuxtatik k wéet máakil, ti’al túun k kanáantik bix u kuxtal máaxo’ob meyajtik le úuchben chuk kayo’, jump’éel meyaj pa’astan yéetel ku yila’al beey ma’ k’a’ana’ane’.
Áantaj t’aano’ob: chuk kay, múuch’ jkáambalo’ob, múuch’ éet kuxtalo’ob, metodologías participativas, sostenibilidad pesquera. 


Bats’i k’op (tsotsil): Kerem tsebetik ch-abtejik ta smasel choyetik ta México. Tsobombail ta xchanel ta komon xchi’uk komon lekil kuxlejal
Smelolal vun albil ta jbel cha’bel k’op: Li tsobajeletik yu’un “kerem tsebetik ch-abtejik ta smasel choyetik ta México” te vok’em talel ya’yejal ta skotol k’usitik chanbil ta komon ta tsobajeletik sventa oyuk lekil kuxlejal, ta tsobajeletike ja’ te ta xich’ komontael k’usitik na’bil ta jujuntal xchi’uk k’usitik sk’an tojobtasel ta yabtelike ja’ ti ko’ol sba yosilalik bu ch-abtejike. Ti smelol taje, ja’ ta sk’anik lek snitoj sba yabtelik, oyuk ich’el ta muk’ ta komon xchi’uk yich’el ta muk’ li osil banumil bu kuxulutike, tey ta stsak ta venta k’usi sna’oj, xchanoj li yantike, sventa ta spoj xkuxlejik k’u yelan nopemik buch’utik oyik ta spasel yabtelik ta smasel li choyetike, ja’ ti mu bu lek xu’ spaik li yabtelik xchi’uk mu bu lek ich’bil ta muk’e.
Jbel cha’bel k’opetik tunesbil ta vun: smasel choyetik, tsobombail ta xchanel ta komon, komon lekil kuxlejal, smelolal ta xchanel ta komon, stuk no’ox ta spasel yabtelik ta smasel choyetik.

 

Los jóvenes pescadores de quienes hablaremos en este texto son hombres y mujeres vinculados a la pesca de pequeña escala en sus comunidades, que se han insertado en distintas partes de la cadena de valor, como la pesca de diversas especies de agua dulce (tilapia, carpa o lobina) y de agua salada (pargo, huachinango, lisa y cabrillas, entre otras). O desempeñando actividades relacionadas con el procesamiento, distribución, venta y administración del producto capturado.

Por la relevancia de las juventudes en torno a un sistema vital como son las pesquerías artesanales, en este artículo exponemos parte de los resultados del trabajo que realizamos como equipo multi e interdisciplinario varias personas adscritas a El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Comunidad y Biodiversidad (COBI) A. C. y Pronatura Noroeste, A. C., quienes coincidimos en reconocer y compartir conocimientos que posibiliten transformaciones en beneficio de las juventudes dedicadas a la actividad pesquera artesanal.

Apuesta metodológica que trasciende el aprendizaje

El proyecto “Juventudes por la pesca en México” surgió de un estudio anterior, llevado a cabo con jóvenes y en el cual se identificaron aspectos como su papel en el contexto de la actividad pesquera de sus comunidades, el rol clave que desempeñan en la innovación tecnológica de los procesos y en el cambio generacional, así como los retos al participar en la toma de decisiones.

“Juventudes por la pesca en México” implicó la realización de cuatro encuentros de hombres y mujeres con edades de entre 15 y 31 años, provenientes de 13 de los 17 estados costeros del país; se abarcaron las regiones Golfo, Pacífico Sur, Noroeste y Caribe. Se realizaron desde la metodología de comunidades de aprendizaje-comunidades de vida, con el propósito de crear espacios para que las personas participantes pudieran dialogar sobre las problemáticas y desafíos que enfrentan, reconocer y reivindicar su papel en la actividad pesquera, y compartir las soluciones implementadas en sus comunidades. Una característica distintiva fue la integración entre una diversidad de jóvenes provenientes de distintos lugares geográficos, con trayectorias y experiencias particulares y aspiraciones comunes. Algunos/as provenían de familias que por generaciones se han involucrado en las pesquerías, o eran integrantes de alguna cooperativa; había pescadores libres, ayudantes, capitanes y dueños de embarcaciones; líderes juveniles de sus comunidades, influencers en las redes sociales con temas de pesca, y estudiantes de biología, acuacultura y otras ramas afines a la conservación marina. Es decir, se contó con una amplia variedad de jóvenes con la motivación no solo para adaptarse a los cambios, sino también para ser encauzados desde sus propias iniciativas.

Al ser el sector pesquero un ámbito básicamente masculino, se hizo hincapié en reconocer la importancia de la participación de las mujeres y su papel en la red de valor pesquera, buscando una participación homogénea en los encuentros.

Previamente se hicieron convocatorias en la radio y por redes sociales para invitar a jóvenes hombres y mujeres a enviar un video corto donde compartieran quiénes eran, en dónde vivían, cómo se relacionaban con la actividad pesquera y alguna solución que estuvieran implementando para las problemáticas de su contexto. Esta actividad se complementó con las visitas del equipo colaborador a las comunidades para motivar la participación, y también hubo apoyo de instituciones académicas y gubernamentales.

La base del proyecto fue reconocer los conocimientos de las juventudes en el sector pesquero; luego, a través de la metodología comunidades de vida-comunidades de aprendizaje, se crearon espacios de confianza para su apropiación a partir de los mismos jóvenes y no desde un agente externo que les dijera qué hacer y cómo hacerlo. Mediante dinámicas participativas compartieron las experiencias y narrativas de su cotidianidad, convirtiéndolas en herramientas para analizar en grupo las situaciones que enfrentan. Reconocer su realidad a través de la experiencia del otro/a hizo posible que se formaran vínculos que promovían un aprendizaje mutuo y la redignificación del “ser joven” en el sector pesquero.

Por cuestiones de espacio y de la intencionalidad del artículo, no detallaremos aquí los pormenores de la metodología, pero sí delineamos su objetivo principal.

Es una apuesta importante porque se crean espacios de intercambio de saberes y prácticas, construidos por diferentes grupos sociales que comparten un contexto en común, con sus problemáticas, vivencias, experiencias personales y circunstancias cotidianas, buscando emprender iniciativas para resolver cuestiones que afectan a la colectividad. Asimismo, las comunidades de vida trascienden el espacio de aprendizaje, dado que se reconoce que todos necesitamos de las otras y los otros, no solo en el marco de un proyecto, sino como una apuesta de vida; por lo tanto, los vínculos de confianza, el respeto mutuo y al entorno, la empatía y cotidianidad compartida se vuelven elementos clave.

Con esta ruta metodológica se diseñaron y aplicaron técnicas para motivar la apropiación de las ideas de comunidad, aprovechando el manejo creativo de la tecnología y las redes sociales como mecanismo de interacción, convirtiéndose en un espacio de intercambio, contacto y seguimiento. De manera concreta, las acciones colectivas se orientaron, por ejemplo, a la limpieza de playas, realización de torneos de pesca de una especie invasora, formación de brigadas ambientales, implementación de talleres de educación ambiental en las escuelas, autorregulación de los periodos de veda, promoción y fortalecimiento de los consejos juveniles de pesca, entre otras más.

Las comunidades de vida buscan trascender las lógicas individualizantes de la modernidad para ser motores sociales que construyen y defienden modos de vida particulares, de allí su relevancia en el contexto de las juventudes pesqueras. Las y los jóvenes se dieron cuenta de su propio potencial y de la posibilidad de trascender los esquemas que los atrapan, valorando la importancia de reconocer las habilidades, saberes y experiencias del otro/a, para defender el modo de vida al que pertenecen en la pesca, el cual ha sido negado y desvalorizado. Las palabras de un joven en Sisal, Yucatán, en 2022, nos ayudan a entender este planteamiento: “Por lo que en muchas ocasiones sufrimos como pescadores, no queremos que nuestros hijos pasen por eso. Hay personas que estudian y consiguen un título profesional, pero al final terminan en la pesca, no porque no consigan un trabajo, sino porque terminan regresando al lugar de donde salieron”.

Impacto de los encuentros regionales

Un efecto destacado fue la reivindicación de la actividad pesquera como un modo de vida digno y el reconocimiento del papel que, como jóvenes, tienen en este sector. Un participante señalaba que antes de asistir al encuentro planeaba abandonar la pesca, pues no le veía futuro. Sin embargo, luego de verse integrado con los demás, de reconocerse a través de sus compañeros y compañeras, de la emoción que expresaban por sus labores a pesar de los riesgos y complejidades, este joven reconsideró su papel en la pesca y asumió el compromiso de incluso estudiar algo relacionado. Tal tipo de experiencias fueron clave. Romper la violencia simbólica sobre la diversidad de formas de existencia permite transformar la realidad a favor de una vida más digna.

En general se logró que, en concordancia con sus intereses y motivaciones, las personas participantes se comprometieran a replicar las actividades en sus comunidades y organizaciones pesqueras. Además, nos dio gusto saber que las juventudes están involucradas en acciones de conservación que fortalecen la sustentabilidad pesquera, como el monitoreo de especies o la restauración de manglares, lo cual es fundamental en un mundo donde las problemáticas ambientales van en aumento. De igual manera, se reconoció su papel en la innovación del sector mediante la diversificación de acciones, entre ellas los torneos de pesca o actividades turísticas, temas de administración y varias más que a veces incluyen el uso de tecnología. Identificamos que cuando hay procesos educativos en las comunidades, se potencian las posibilidades de la transformación hacia un beneficio en común.

También fue de gran relevancia reivindicar el papel de las mujeres. Aunque es innegable el contexto de estigmatización, machismo, falta de reconocimiento y de oportunidades, las y los jóvenes valoran el reposicionamiento que ellas han tenido en toda la cadena de valor, desenvolviéndose en labores de administración, como buzas, pescadoras de laguna y de altamar, o en el procesamiento y venta. Muchas jóvenes que nos acompañaron en los encuentros fueron modelos a seguir y en general se comprendió mejor el panorama y la urgencia de cambiar patrones y construir en conjunto una realidad con igualdad de género.

Por otra parte, se identificaron acciones orientadas a transformaciones en beneficio de las juventudes, otros actores sociales y el entorno natural. Una de ellas es articular esfuerzos para la incidencia en políticas públicas, mediante la generación de espacios donde puedan expresar sus propuestas, por ejemplo, en la Cámara de Diputados a través de la Comisión de Pesca. Otra apuesta es el impulso del proyecto “Juventudes por la pesca en México”, apoyar sus esfuerzos organizativos y visibilizar las acciones de innovación para la solución de problemáticas en diferentes regiones, a fin de fortalecer a estas comunidades de vida que apostamos como transformadoras. En este sentido, debemos afianzar la identidad de las juventudes pesqueras, reconocer su papel y valorar la actividad de la pesca como un estilo de vida digno e importante en nuestro país.

 

Bibliografía

Espinoza-Tenorio, A. et al. (2022). Between uncertainty and hope: Young leaders as agents of change in sustainable small-scale fisheries. Ambio, 51(5), 1287-1301. https://doi.org/10.1007/s13280-021-01639-2

Saldívar-Moreno, A. (2018). La experiencia de las comunidades de aprendizaje: comunidades de vida en Chiapas (México). En J. L. Sánchez (Ed.), Democracias disruptivas. Prácticas participativas en política, economía y sociedad (pp. 301-311). Atrapasueños.

          Santos, B. de Sousa. (2003). Crítica de la razón indolente. Contra el desperdicio de la experiencia. Bilbao: Desclée de Brouwer.

 

Antonio Saldívar Moreno es investigador de El Colegio de La Frontera Sur, Unidad San Cristóbal (México) | asaldivar@ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0003-2330-0770

Rodolfo Mondragón Ríos es técnico académico de El Colegio de La Frontera Sur, Unidad San Cristóbal (México) | rmondragon@ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0002-6817-6841

Alicia Muñoz Ray es coordinadora de Pesca Sustentable en el Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Naturaleza (México) | aliciamunozray@gmail.com | https://orcid.org/0000-0003-0407-5010

Miriam Areli Velázquez Castillo es especialista en Juventudes en Comunidad y Biodiversidad, A. C. (México) | mvelazquez@cobi.org.mx | https://orcid.org/0009-0009-7204-1403

 

Ecofronteras, 2023, vol. 27, núm. 79, pp. 6-9, ISSN 2007-4549 (revista impresa), E-ISSN 2448-8577 (revista digital). Licencia CC (no comercial, no obras derivadas); notificar reproducciones a llopez@ecosur.mx