¿Bebidas
vegetales o leche de vaca?
Estephanie Cárdenas Nájera, Berenice Gutiérrez García y Yheara
Gabriela Santin Espíndola
Las bebidas
vegetales tienen características atractivas, y también son una opción para
personas intolerantes a la lactosa o con alergias a las proteínas de la leche
de vaca. Pero cuando de recomendaciones sobre salud y nutrición se trata, es
mejor estar informados por fuentes sólidas y de vocación científica, para tomar
decisiones informadas sin dejarnos llevar por las tendencias en medios de
comunicación o redes sociales.
¿Es o no es
leche?
Muchas personas seguramente rememoramos que
nunca faltaba nuestro vaso de leche con galletas o pan dulce por la noche. Sin
embargo, ahora no siempre es así en los hogares. ¿Qué ha sucedido que la leche
de vaca ya no es tan popular y no todos quieren seguir incorporándola a sus
hábitos de alimentación?
No son nada raras las elucubraciones respecto a
si sus componentes son dañinos para nuestro cuerpo o si es nutritiva de verdad.
A veces confiamos demasiado en los mensajes que circulan en redes sociales o en
los comentarios de figuras del medio artístico. La información podría ser
errónea o inexacta, y aun así hay personas que por eso podrían estar sustituyendo
la leche de vaca por bebidas vegetales. Aunque no sea de manera consciente, en
ocasiones seguimos modas pautadas por estereotipos difundidos en medios de
comunicación o en videos de recomendaciones para perder peso, estar en forma o adquirir
un aparente estilo de vida saludable; en todo esto no necesariamente se manejan
datos debidamente validados y contextualizados.
Antes que nada debemos
saber que las leches vegetales, tal como suelen anunciarse, no son leche. Para
serlo, el producto debe corresponder a la definición de la Norma Oficial Mexicana
155-SCFI-2012[1]
que lo plantea como la secreción natural de las glándulas mamarias de las vacas
sanas o de cualquier otra especie animal; si su destino es para consumo humano
requiere someterse a tratamientos térmicos o procesos similares que garanticen su
inocuidad.
El Código Alimentario Español define la leche
como un producto íntegro, no adulterado y sin calostro, procedente del ordeño
higiénico, regular y completo de las hembras mamíferas domésticas sanas y bien
alimentadas. La referencia a “hembras mamíferas domésticas” responde a que el ganado vacuno no es la única
especie de la que se obtiene; también se puede aprovechar la leche de burra,
cabra y hasta de camella, yak y búfala, según la región geográfica.
El contenido
de la leche de vaca
La leche se compone de agua, proteínas, grasas,
lactosa, vitaminas y minerales; presenta un perfil completo de aminoácidos, los
cuales son compuestos orgánicos que se combinan para formar proteínas y ser
parte de la estructura de células, tejidos, enzimas y hormonas. Entonces,
contiene todos los aminoácidos esenciales, llamados así porque el organismo no
puedo producirlos por sí mismo y necesitamos obtenerlos de los alimentos (tabla
1); también están presentes en el pollo, cerdo, salmón, atún, huevo, soya y
amaranto, entre otros productos.
La proteína más abundante en la leche es la caseína, de gran valor biológico; además incluye
los aminoácidos arginina e histidina, de suma importancia para el sano crecimiento
de los niños, y vitaminas del grupo B. Es rica en calcio, fósforo y vitamina D,
indispensable para fijar el calcio en el organismo. Otro de sus ingredientes es
la lactosa —el azúcar de la leche—
que nos aporta energía y ayuda en la absorción intestinal del calcio y el magnesio.
Un factor extra es que nos permite mantenernos hidratados por su gran
porcentaje de agua. Todos estos atributos han hecho que diversos especialistas en
salud y nutrición recomienden el consumo de leche de vaca.
Tabla 1. Aminoácidos esenciales en algunos
alimentos, además de la leche.
AMINOÁCIDO ESENCIAL |
ALIMENTOS |
Histidina |
Pollo,
pescado, cerdo, pavo, ternera, cordero, res. |
Leucina |
Huevo,
pescado, leguminosas. |
Isoleucina |
Pollo, pescado, huevo, cereales integrales,
legumbres, frutos secos. |
Lisina |
Pescado,
huevo, legumbres, frutos secos. |
Metionina |
Pescado,
huevo. |
Fenilalanina |
Carnes
rojas, pescado, huevo, espárragos, lentejas. |
Treonina |
Requesón,
pollo, carne, lentejas. |
Valina |
Carne de
res, pollo, huevos, cereales integrales, leguminosas. |
Triptófano
|
Pollo, pescado, huevos,
tofu, soya, nueces, maní. |
El contenido
de las bebidas vegetales
En el mercado existen varios tipos de leches vegetales
que son atractivas por sus diferentes beneficios y porque se producen sin
lactosa, lo que en principio es bueno para quienes son intolerantes a la misma.
Se elaboran con cereales, semillas, legumbres o frutos secos; entre ellos,
soya, coco, almendra o arroz.
Estas bebidas presentan un aspecto similar al de
la leche de vaca, pero su olor, sabor y composición son muy diferentes al no
ser productos lácteos. Son suspensiones de material disuelto y desintegrado en
agua, lo que no quiere decir que no aporten a la salud; por ejemplo, las bebidas
de soya son fuente de vitaminas del grupo B y hierro, además de que sus grasas
saturadas son escasas.
Muchas de las bebidas vegetales están
enriquecidas con calcio, por lo que no se descarta que, al igual que la leche, podrían
contribuir al mantenimiento de nuestros huesos. Normalmente son ligeras y de
fácil digestión por la ausencia de lactosa; en su mayoría incluyen pocas
calorías y nada de colesterol, aunque su composición por lo general es baja en
proteínas o alta en azúcares. Como parte de una dieta saludable, se podrían considerar
benéficas para el sistema cardiovascular porque sus grasas, de por sí pocas, no
son de origen animal.
Las razones
para preferir otras “leches”
Es conveniente saber más acerca de la leche de
vaca para entender por qué no es bueno satanizarla ni eliminarla de nuestra
dieta por completo. Además de la cantidad significativa de nutrientes que nos
aporta, es importante en la dieta de los niños en poblaciones con bajo nivel de
ingesta de grasas y acceso limitado a otros alimentos de origen animal; por su
composición evita la desnutrición en los infantes.
No obstante, actualmente se ha buscado sustituir
la leche de vaca con las bebidas vegetales, y hay explicaciones para esto:
●
Por intolerancia
a la lactosa. Es una condición hereditaria por la cual se desactiva la
digestión de la lactosa por deficiencia de una enzima llamada lactasa, lo que
provoca dolor abdominal, hinchazón y flatulencia.
●
Por
alergia a las proteínas de la leche de vaca. Es un trastorno caracterizado
porque el sistema inmunitario reacciona frente a una o más proteínas de la
leche que causan respuesta inmunitaria.
●
Por dieta
vegana. Los veganos son personas que por elección propia no consumen productos
de origen animal, incluyendo sus derivados, como la leche, el huevo y el queso.
●
Por
creencias, por ejemplo, que los residuos de antibióticos y hormonas que se
administran al ganado vacuno pasan a la leche y a través de esta, al organismo
humano.
Evidencias
Las razones anteriores
son parte de la creciente demanda de bebidas vegetales, pero no hay pruebas
suficientes para concluir que brindan mayores beneficios a la salud. Por citar
un hecho con evidencia científica adecuadamente demostrada, la leche de vaca induce efectos muy positivos
sobre la salud ósea, y su elevado consumo ayuda a disminuir los riesgos de
cáncer colorrectal y probablemente del cáncer de vejiga, el gástrico y el de
mama.
De igual modo, la leche y lácteos afines, como
el yogur, el queso y la crema, contienen los nutrientes necesarios para
desarrollar huesos fuertes en la infancia y para su mantenimiento en la edad
adulta. No se puede asegurar lo mismo de las bebidas vegetales hasta que se
hayan realizado más investigaciones y exista evidencia científica sólida.
¡Hay que
probar!
Es arriesgado recomendar las bebidas vegetales
como sustitutos aceptables de la leche de vaca para la población en general. Desde
luego, consumirlas no está mal por las ventajas que presentan; no obstante, sí suponen
un punto en contra que es digno de consideración: los costos. Hay que pagar por
ellas entre 50 y 60 pesos mexicanos (lo que no es accesible para toda la
población), mientras que la leche la encontramos en un rango de 15 a 25 pesos,
y se ofrece incluso en los programas sociales del gobierno.
Después de revisar toda esta información, compete
a nuestras lectoras y lectores que analicen las características de la leche de
vaca y de las bebidas vegetales, para elegir la que más convenga, con
decisiones bien informadas. Como recomendación, hay que probar ambos tipos de bebidas;
de esta manera conoceremos directamente su sabor, olor y otras cualidades, y contaremos
con más factores para elegir. Solo cuidemos que la decisión no perjudique nuestra
sana alimentación.
Estephanie Cárdenas Nájera (estefcrd@gmail.com); Yheara Gabriela Santin Espindola (yheara151997@gmail.com) y Berenice Gutiérrez
García (bereg2897@gmail.com) son estudiantes
de la Facultad de Nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Ecofronteras,
2021, vol. 25, núm. 71, pp. 22-24, ISSN 2007-4549 (revista impresa), E-ISSN
2448-8577 (revista digital). Licencia CC (no comercial, no obras derivadas);
notificar reproducciones a llopez@ecosur.mx
[1] Leche-Denominaciones, especificaciones fisicoquímicas, información comercial y métodos de prueba.