Uso de los hongos en el Tacaná
René
Andrade Gallegos y José E. Sánchez
Los hongos brindan valiosos aportes a los
bosques, y varias especies son un excelente alimento o tienen usos medicinales y
biotecnológicos. Muchos presentan formas hermosas, como los que “imitan”
cuernos de venado a 2 mil metros sobre el nivel del mar. En la región del Soconuso, y en particular el volcán Tacaná, el reino Fungi mantiene una importante presencia, aunque aún no está
del todo documentado el vasto conocimiento que al respecto mantienen los habitantes
de la zona.
Reino Fungi en
el Soconusco
El Soconusco, una región en el sureste de México ubicada
sobre la costa de Chiapas y hacia la frontera con Guatemala, se caracteriza por
una gran variabilidad climática y ecológica que repercute en una destacada
biodiversidad. Sobresale por su dinamismo, observado tanto en su movilidad
social como en su productividad. No deja de ser notorio y a la vez lamentable,
que esa gran biodiversidad haya sido poco estudiada y aprovechada, al tiempo que
se encuentra amenazada por la propia dinámica del territorio.
Los hongos son un grupo de organismos en la esfera de
alta biodiversidad con pocos estudios registrados en la zona. Su importancia
ecológica merece particular atención, sobre todo por su potencial como
alimento, medicina y aplicaciones biotecnológicas. El reino de los hongos se
denomina Fungi y agrupa seres tanto microscópicos como de
mayores tamaños. Entre los primeros se cuentan los que aparecen en las
tortillas, el pan y la hojarasca, y entre los segundos, los que brotan y ostentan
formas diversas que van desde sombrillas y repisas hasta espátulas, abanicos,
ramas, nidos, copas, costras y otras figuras caprichosas.
En general, la población urbana en el Soconusco es
cercana a los hongos macroscópicos a través de las especies comestibles, como
el champiñón (Agaricus bisporus), las
setas (Pleurotus
spp.) o el cuitlacoche (Ustilago maydis).
Fuera de la micofagia (consumo de hongos), algunas
personas pueden identificar a Amanita
muscaria, famoso por su vistosidad y por su toxicidad. Sin embargo, el
grueso de la sociedad los desconoce. Esto contrasta con la realidad rural,
donde los campesinos suelen conocer mejor los hongos de su entorno y aprovecharlos
con fines diversos. Sobresalen los integrantes de la cultura mam, un pueblo
originario con presencia en los dos lados de la frontera México (Chiapas)-Guatemala,
cuyo dominio sobre los hongos conviene preservar.
Este manuscrito es un extracto de una obra más completa en
preparación, cuya finalidad es brindar referentes de la diversidad de hongos
macroscópicos del volcán Tacaná —estructura geológica protagonista
del paisaje del Soconusco— y sus
alrededores, resaltar la importancia histórica de la cultura mam y motivar el
interés y el deseo por conservar los hongos como recurso valioso.[1]
Importancia de los hongos en los bosques
Los
hongos juegan un papel importante en la naturaleza pues desempeñan varias
funciones vitales, por ejemplo, al ser recicladores de la materia orgánica
logran mantener el equilibrio de los nutrimentos que utilizan las plantas, los insectos
y la fauna menor (animales de tamaño pequeño, como aves y roedores). Al
alimentarse, deshacen o descomponen la hojarasca, las ramas (lignina y
celulosa), los cadáveres de insectos y animales diversos (quitina), y entonces los
nutrientes se ponen nuevamente a disposición de plantas y otros organismos. Un
bosque saludable cuenta con una gran diversidad de hongos, y aún en la
temporada de baja humedad, aunque no sean visibles, hay muchas especies que
nutren y protegen al arbolado.
En la
zona baja del Soconusco, donde se aprecian cultivos de cacao o de café, es
común observar hongos macroscópicos que crecen en la madera y la hojarasca. En
las zonas más altas, donde proliferan bosques de pinos y de encinos, son muy
comunes las asociaciones que se establecen entre las plantas, a través de sus
raíces, y las hifas de algunas especies de hongos para formar micorrizas
(simbiosis de hongos y raíces).[2]
En dicha asociación, las plantas proporcionan azúcares a los hongos para que se
desarrollen, además de hormonas, vitaminas y otras sustancias, y a cambio
reciben protección a la sequía; también se benefician de la capacidad de los
miembros del reino Fungi de solubilizar minerales y
trasladarlos desde lugares distantes a donde las raíces no llegan.
Otra
asociación importante de los hongos se da con varias algas; los organismos
unidos en esta relación simbiótica se denominan líquenes, los cuales son
fundamentales para el bosque: forman suelo al adherirse a las cortezas de los
árboles o a rocas expuestas a la intemperie. Su presencia es indicador de la
buena calidad de las lluvias y del ambiente; es más difícil que se establezcan en
las ciudades debido a las lluvias ácidas producidas al mezclarse el humo de los
autos con el agua.
Población mam entre México y Guatemala
La
etnia mam habita el sureste de Chiapas, México, y el
oeste de Guatemala, espacio en el que se circunscribe el volcán Tacaná, y
constituye prácticamente la única cultura indígena de ese territorio en
nuestros días. Pertenece al grupo maya-totonaco, tronco mayense, familia
mayense, subfamilia yax. Su lengua presenta cuatro variantes dialécticas
comprensibles entre sí; en México, además de Chiapas, se habla en Campeche y en
Quintana Roo.
Se
trata de una población que procede de Guatemala y llegó a ocupar territorio
mexicano
anteriormente
desocupado y en muy malas condiciones para sobrevivir. Sus principales comunidades se localizan en
la frontera con ese país y se extienden de sur a norte desde Tapachula al
Departamento de Mariscal, según documentan autores como Alberto María Carreño o
Irma Contreras. Con la firma en 1882 del tratado de límites entre ambos países,
tanto el volcán Tacaná como sus habitantes fueron divididos. En México quedaron
asentamientos en la región Sierra y Soconusco (posteriormente se dieron flujos
a la Selva), y del lado guatemalteco se ubican en los departamentos de San
Marcos, Huehuetenango, Quetzaltenango y Retalhuleu; allá se encuentra el mayor
número de pobladores, quienes conservan con más arraigo sus hábitos, costumbres
y vestimenta.
Conocimiento y uso de los hongos
El
potencial micológico que ofrece el Soconuso, y en
particular el volcán Tacaná y zonas aledañas, es enorme y no ha podido ser
cuantificado. Algunos pobladores de comunidades ubicadas entre 300 y 1,500 metros
sobre el nivel del mar reconocen algunas especies comestibles, como el hongo de
copa (Cookeina sulcipes), el
pancita (Favolus tenuiculus),
la orejita blanca (Pleurotus djamor), las orejas (Auricularia fuscosuccinea y A. nigrescens); todos crecen en las ramas
que son producto de la poda regular de los cultivos (café, cacao, rambután y
algunas plantaciones de cedro y hule) y son saprófitos, es decir, se alimentan
de materia orgánica muerta o en descomposición.
Al
entrevistar a lugareños adultos de mayor edad en la comunidad mam de
Chiquihuites, municipio de Unión Juárez (a 2 mil metros sobre el nivel del mar
y con acceso a la zona de pino y encino, excelente ambiente para el crecimiento
natural de hongos), se constató que conocen 15 nombres de hongos de los géneros
Boletus, Lactarius, Pleurotus, Agaricus, Cantharellus, Coprinus y Amanita,
algunos sin traducción al español, aunque otros fonéticamente similares (cuch’ = coche o cerdo, t’kach= cacho). Con estas entrevistas no tratamos de representar a toda
la población de la zona, pues la orografía del sitio, junto con el hecho de que
los hongos son organismos efímeros, hace que sean pocas las personas que
accedan a ellos cotidianamente en los bosques de pino-encino.
La
mayoría de los conocidos y citados por los mames de Chiquihuites tienen fines
alimenticios, si bien algunos, como Lycoperdon
umbrinum, también son medicinales. Este último,
hervido solo o con otras plantas, se ocupa contra el mal de ojo y el asma, o en
polvo para el secado del ombligo de los recién nacidos. Es común el uso de
varias especies hirviendo los ejemplares y en infusión con varias plantas. Entre las especies comestibles más
apreciadas se encuentra Agaricus sylvaticus, cuyo nombre en mam es xch’kbi lak’. Muchos
se consumen asados al comal, o si no resisten, se les prepara en recados (pasta
o polvo sazonador) con tomate, cebolla, chile y algunas yerbas comestibles. Por
otra parte, Amanita muscaria, que
es tóxico para humanos, sirve para la alimentación de ganado.
Los
mames identifican los hongos en función de su forma, color, aspecto y tamaño. En
la tabla 1 se observa que los colores ya están ubicados como una de las
características para reconocerlos, y también hay ejemplos de formas o apariencias:
uña de ardilla, cacho o cuerno de venado, oreja de coche (puerco), ojo de muerto,
elote o estiércol de pollo.
Como se
puede apreciar, la población mam ha desarrollado formas propias de uso y de consumo
de los hongos. Sin embargo, se observa que las comunidades en México —no así en
Guatemala— van reduciendo la transmisión de ese tipo de conocimientos de padres
a hijos. Esto puede acarrear desinterés por los productos y beneficios del
bosque, y por ende, una pérdida de la biodiversidad en
cadena. Los hongos son interdependientes del buen estado de los bosques, aunado
a que la zona del Tacaná despliega una gran belleza escénica, razones que
refuerzan la necesidad de impulsar la preservación cultural y de recursos.
Nombre
común |
Nombre mam |
Nombre científico |
Meses en que se presenta |
Forma de vida |
Sustrato donde crece |
Hongo
colorado |
Tx’iag’tap o Jak’tap |
Lactarius sp. |
Mayo a
agosto |
M |
Árbol de chicharro (Platymiscium
dimorphandrum) |
Hongo
blanco |
Sak’itzaj o Xa’ig’zak’ |
Pleurotus sp. |
Abril |
S |
Palo de alis (Alnus sp.), canac (Chirantodendron pentadactylon) y saúco (Sambucus
sp.) |
Hongo
de olote o mazorca |
B’aj
lag’ o B’aj
lak’ |
Morchella sp. |
Mayo
a agosto |
M |
En suelo de pino (Pinus sp.),
hoja de pino |
Hongo
blanco (en
racimo) |
Rechum, Twi
tok o Kui
tok |
Sparassis crispa |
Junio
a julio |
M |
En tocones o troncos de cajete, palo echa lumbre,
palo de café (Coffea sp.) |
----------------- |
Xch’
kbi lak’ |
Agaricus silvaticus o Macrolepiota procera |
Mayo a junio |
M |
En la tierra, abono de borrego |
Uña
de ardilla |
X’ itx’
k’ ku’ ku |
Schizophillum commune |
Mayo a agosto |
S |
En palo de guarum o
guarumo (Cecropia sp.) |
Hongo
amarillo chico |
X’ ul |
Cantharellus cibarius |
M |
Contra el palo de alis o aliso (Alnus
sp.) |
|
Cacho
o cuerno de venado |
Tkach tx’ iej |
Ramaria botrytis |
M |
Hoja de pino |
|
Hongo
azul |
X’
ew |
Lactarius indigo |
Marzo
a abril |
M |
En el suelo, hoja de pino |
Panza
de ganado |
Tg’ u’j
wax |
Suillus tomentosus |
Agosto |
M |
Palo de chicharro (Platymiscium
dimorphandrum) |
------------------ |
Tzü |
Amanita muscaria |
Mayo
a agosto |
M |
En el abono del ganado |
Hongo
negro |
X’
ewj, Tx’ yol o X’
oll |
Helvella lacunosa |
Agosto |
M |
Contra raíz de pino, debajo de los pinos |
Coyote |
X
o’j |
Boletus edulis |
Junio |
M |
En la tierra |
Ojo
de muerto (maduro) |
Wutz
anim |
Lycoperdum umbrinum |
Junio
a septiembre |
S |
En el llano |
Oreja
de coche (puerco) |
Xan
cuch’ |
Auricularia delicata |
Julio
a septiembre |
S |
En el llano |
Estiércol de pollo |
Tx’ elok’ |
Coprinus sp. |
--------------- |
S |
Tronco de alis (Agnus
sp.) y sauco (Sambucus
sp.) |
Cuadro
1. Temporada, forma de vida y
sustrato en que se presentan los hongos conocidos por integrantes de la etnia
mam del volcán Tacaná
S:
Saprófito. M: Micorrizógeno
Ecofronteras, 2020, vol. 24, núm. 69, pp. 14-17, ISSN
2007-4549 (revista impresa), E-ISSN 2448-8577 (revista digital). Licencia CC
(no comercial, no obras derivadas); notificar reproducciones a llopez@ecosur.mx
[1] Varios artículos ligados a la biodiversidad y la riqueza cultural de la Reserva de la Biósfera Volcán Tacaná están disponibles en la revista Ecofronteras 22, https://bit.ly/2zYPk0g
[2] Las hifas son un grupo de células de cierto grupo de hongos, su unidad estructural.