Los árboles más altos de la cuenca del Usumacinta
Rubén Martínez-Camilo y
Derio Antonio Jiménez-López
En la cuenca del río Usumacinta podría haber hasta 7,500 especies de
plantas; en el libro La vegetación de Chiapas (1952) se menciona un árbol
(olmo mexicano) que midió 87 metros de alto en la Sierra Madre de
Chiapas, mientras que el de mayor diámetro del mundo está en Oaxaca. Estos son
solo unos datos que muestran la magnificencia de nuestra vegetación y las
posibilidades que ofrecen los árboles por su valor escénico, y aún se vislumbran
sorpresas de altura en la inmensa biodiversidad del sur-sureste
de México.
La altura de los árboles
Hierbas, arbustos y árboles son las
clasificaciones que en general damos a las plantas por su tamaño, lo cual es
una característica destacada en los árboles. No por nada resultan atractivas
las imágenes en películas de ciencia ficción, donde se les ve con las raíces
afuera de la tierra y haciendo gala de su majestuosidad al “caminar”. También
destacan por la cobertura de su copa (la superficie que ocupa el conjunto de
hojas y ramas por encima del tronco principal) y el área basal (se obtiene
midiendo el diámetro de los troncos).
En general, los árboles son los seres vivos más
altos del planeta; han desarrollado tal característica por tener a su
disposición recursos suficientes relacionados con los suelos (nutrientes y
agua), debido a la competencia con otros árboles por acceder a una mayor
cantidad de luz solar (recurso lumínico), y cuando no están en condiciones de
estrés (por ejemplo, si no hay eventos del ambiente que irrumpen su crecimiento,
como un periodo largo de sequía o cuando son dañados por un incendio).
Al observar un bosque desde arriba, es posible
apreciar que algunas copas de árboles resaltan por encima del resto; a estos
individuos se les llama árboles emergentes y suelen ser gigantescos.
Los más altos de la
Tierra
Los árboles más altos en el planeta son las
famosas secuoyas del estado de California en los Estados Unidos de
Norteamérica. Son dos especies de la familia Cupressaceae
—Sequoia sempervirens (D. Don) Endl. y Sequoia
gigantea (Lindl.) Decne—, de las cuales puede haber individuos que superan los 100
metros. El árbol de mayor altura que ha sido medido hasta ahora es de 115.6
metros, equivalente a un edificio con cerca de 25 pisos; se le conoce como
secuoya roja y se encontró en el Parque Nacional Redwood, aunque su ubicación
exacta no ha sido revelada por seguridad y protección.
Estas especies son típicas de climas templados y
es legítimo preguntarnos si en regiones tropicales alcanzan tales dimensiones.
El ecólogo Andreas Hemps y sus colaboradores
publicaron en 2016 una lista de los árboles tropicales más altos conocidos
hasta entonces. Sobresalen algunos de las especies Petersianthus quadrialatus Merr.
(familia Lecythidaceae) y Entandrophragma excelsum (Dawe y Sprague) Sprague (Meliaceae), con
individuos de 87.8 y 81.5 metros, respectivamente.
En México, el botánico de origen español Faustino
Mirando, en su libro La vegetación de
Chiapas (1952) menciona que escuchó decir que un árbol de Ulmus mexicana (Liebm.)
Planch. (Ulmaceae),
conocido como olmo mexicano, baqueta o mezcal, entre otros nombres comunes,
midió 87 metros de largo cuando lo derribaron para instalar los cafetales de la
finca Prusia en la Sierra Madre de Chiapas; también asegura que en esa misma
zona registró uno de 70 metros. Esto sugiere que los Ulmus mexicana de nuestro país podrían ser considerados entre los
árboles más altos de la región tropical, aunque no hay evidencias recientes que
respalden los datos.
Es importante mencionar que para que los árboles alcancen
enormes alturas pueden pasar cientos o miles de años. Los científicos estiman
que los individuos más altos de Sequoia sempervirens tienen edades de hasta 3,500 años y los de
Entandrophragma excelsum, 470
años.
La
cuenca del Usumacinta
Para ahondar un poco más en cuanto a la altura de
los árboles en el trópico mexicano, ofrecemos algunos análisis realizados en la
cuenca del río Usumacinta, en el sureste de México; se trata de una región
extensa que incluye parte de los estados de Tabasco, Chiapas y Campeche en
México, así como una porción bastante grande de Guatemala.
La cuenca se define por el trayecto del
Usumacinta, desde su nacimiento en la región montañosa de los Cuchumatanes en
Guatemala, a más de 3,800 metros de elevación, y termina en su desembocadura en
las costas de Tabasco, en México. Incluye un territorio de más de 7 millones de
hectáreas, su extensión es comparable con la del estado de Chiapas y un poco menor
a la de Guatemala.
Esta cuenca mantiene una gran biodiversidad por la
cantidad de especies de plantas y animales que alberga. En
cuanto a las plantas, si bien no hay muchos estudios para determinar la
cantidad de especies de la zona, podemos mencionar las investigaciones del
botánico Esteban Martínez en 1994, quien realizó una lista de 3,400 especies de
plantas para la Selva Lacandona, una de las regiones más representativas de la
cuenca. También destacan los estudios de la doctora Susana Ochoa Gaona[1]
y sus colaboradores en 2018, que documentaron 3,500 especies de plantas que
viven en los bordes de los ríos o cuerpos de agua, como lagos, lagunas, esteros,
o bien, dentro del agua (las plantas acuáticas).
Actualmente, un grupo
de investigadores del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A. C., la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de San Carlos
de Guatemala, han realizado estimaciones preliminares de la diversidad vegetal
en la cuenca, y proyectan la existencia de al menos 7,500 especies, ¡una cifra
sin precedentes! Para que nos demos una idea de la magnitud del dato, significa
que casi una de cada tres especies documentadas en México se encuentra dentro
de la cuenca, de acuerdo con la estimación realizada por el doctor José Luis
Villaseñor en 2016.
Mediciones
en la cuenca
En coordinación con
personal académico del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A. C. y la
Facultad de Ciencias de la UNAM, se han evaluado distintos atributos de los
bosques que están determinados por los árboles. Uno de ellos es la altura, así
que se midió la altura máxima de casi 7,400 árboles en la cuenca del río Usumacinta.
Las mediciones se realizaron principalmente con un aparato denominado
distanciómetro, el cual emite un rayo láser que codifica con mucha precisión la
altura de un objeto en posición vertical, en este caso los árboles en pie.
Debido a la enorme cantidad
de árboles que fueron medidos, podemos indagar qué especies son las que tienen
las mayores alturas en la cuenca. Del total revisado, únicamente 172 árboles superaron
los 30 metros y solo dos pasaron de 50 metros: uno de la especie Ceiba pentandra
(L.) Gaertn. (familia Malvaceae),
conocida como ceiba o pochota, de 58.5 metros, y un Swietenia macrophylla King (familia Meliaceae) con 54 metros (su nombre común es caoba).
En el cuadro 1 agregamos una
lista de aquellos árboles que midieron entre 39 y 45 metros. Es importante
mencionar que los más altos fueron encontrados y medidos en el bosque tropical
perennifolio; la mayoría son especies emblemáticas justamente por eso,
aunque también se caracterizan por sus troncos gruesos, rectos y contrafuertes
pronunciados y extensos (los contrafuertes son raíces aéreas que ayudan en el
soporte y anclaje de los arboles prominentes).
Importancia
escénica de los árboles
Los árboles más altos
se ubicaron en la parte media de la cuenca, mejor conocida como Selva
Lacandona, en donde aún se encuentran extensos bosques bien conservados. Casi
todas las mediciones se realizaron en áreas naturales protegidas o en
localidades que no son de acceso permitido para un turista. Sin embargo, es
posible ingresar en algunas zonas protegidas, como en los monumentos naturales
de Bonampak y Yaxchilán, o en ciertos ejidos o localidades que prestan
servicios ecoturísticos, en donde se pueden apreciar árboles de gran altura,
incluyendo las especies aquí mencionadas. Por ejemplo, en el ejido El Pirú
(municipio de Marqués de Comillas, Chiapas), en un sendero interpretativo
encontramos un árbol de caoba, el segundo de mayor altura. Cabe mencionar que
las caobas son especies de madera tropical fina, de las más importantes y con gran
valor económico, por lo que se les taló durante décadas y sobrevivieron pocos
individuos.
Finalmente, deseamos
señalar que se ha prestado poca atención al valor escénico que puede brindar la
observación de árboles de gran altura. En la Selva Lacandona hay una
gran cantidad de ellos esperando ser descubiertos, y no necesariamente están dentro
de los bosques conservados. Desafortunadamente, es muy común observar ceibas
majestuosas que sobreviven a manera de islas entre enormes extensiones de
potreros o áreas destinadas al cultivo agrícola.
Un ejemplo de la
importancia del valor escénico lo encontramos en el árbol de mayor diámetro en
el planeta: un ahuehuete ubicado en la localidad de El Tule, en Oaxaca, que
mide aproximadamente 25 metros de diámetro. Así que, con mucha suerte y
prestando atención, es posible que usted, estimado lector o lectora, encuentre
árboles de la misma altura de los que aquí se mencionan o aún mayores.
.
Cuadro 1. Listado de
los 10 árboles de mayor altura medidos en la cuenca del río Usumacinta,
pertenecientes al bosque tropical perennifolio.
Especie |
Familia |
Nombre común |
Altura (metros) |
Ceiba pentandra (L.) Gaertn. |
Malvaceae |
Ceiba, pochota |
58.5 |
Swietenia macrophylla King |
Meliaceae |
Caoba |
54 |
Luehea seemannii Triana & Planch |
Malvaceae |
Guácimo de montaña |
45.5 |
Ceiba pentandra (L.) Gaertn. |
Malvaceae |
Ceiba, pochota |
43 |
Ficus cotinifolia Kunth |
Moraceae |
Amate, matapalo |
41.9 |
Zuelania guidonia (Sw.) Britton & Millsp. |
Salicaceae |
Arguané, paragüita |
41.7 |
Ficus aff. aurea Nutt. |
Moraceae |
Amate, matapalo |
40.8 |
Dialium guianense (Aubl.) Sandwith |
Leguminosae |
Guapaque, guach |
40.7 |
Calophyllum brasiliense Cambess. |
Clusiaceae |
Barí, leche amarilla, leche maría |
40.5 |
Ficus aff. aurea Nutt. |
Moraceae |
Amate, matapalo |
39.5 |
Rubén
Martínez-Camilo (ruben.martinez.cam@gmail.com) y
Derio Antonio Jiménez-López (derio.jimenezlopez@gmail.com) son investigadores
asociados del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A.C. en Tabasco.
Ecofronteras, 2020, vol. 24, núm. 69, pp. 6-9, ISSN
2007-4549 (revista impresa), E-ISSN 2448-8577 (revista digital). Licencia CC
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[1] Investigadora de amplia trayectoria, recién jubilada de El Colegio de la Frontera Sur. Información sobre sus libros publicados en esta institución: libros@ecosur.mx, www.ecosur.mx/libros