De estiŽrcol
de ganado a fuente de energ’a
Oscar
Silv‡n-Hern‡ndez, Adalberto Galindo Alc‡ntara y Liliana Pampill—n-Gonz‡lez
La energ’a
requerida para prender un foco puede generarse a partir de un material que a
veces representa un serio problema socioambiental: el estiŽrcol de ganado. En
Tabasco, la transformaci—n de estos residuos en biog‡s ser’a una opci—n para el
manejo de los mismos y para la producci—n de energ’a, considerando su
aprovechamiento en zonas donde m‡s se necesita.
Expansi—n de
la ganader’a
Cuando se habla de residuos, es comœn que nos
remitamos a materiales desechados de las casas o industrias. Poco se habla de
aquellos provenientes de actividades agropecuarias, en particular de la
ganader’aÉ en otras palabras: el estiŽrcol de vacas, cerdos, ovejas y otros
animales.
Solemos considerar este estiŽrcol como un fertilizante
ideal que no requiere ningœn manejo. ÁNada m‡s lejos de eso! Nuestras
investigaciones muestran que alrededor de un 80% de los residuos ganaderos
terminan dispuestos sobre el suelo de manera inadecuada, acumulados en
barrancas y en descomposici—n a cielo abierto. Su proceso de fermentaci—n
produce gases contaminantes con efecto invernadero: di—xido de carbono, —xido
nitroso y metano; adem‡s, su acumulaci—n provoca que ciertos metales y
organismos pat—genos afecten suelos y cuerpos de agua, lo que perjudica la
salud de los ecosistemas, con riesgos para la salud humana.
La situaci—n se agrava en sitios donde la
ganader’a es una actividad econ—mica fundamental, como ocurre en Tabasco, en
donde es la mayor fuente de ingresos, o incluso la œnica, para muchos productores
y sus familias en zonas rurales. A pesar de ser el noveno estado m‡s chico, y con
30% de territorio total inundado, su producci—n ganadera destaca notablemente. El
Servicio de Informaci—n
Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) registr— cerca de 1 mill—n 600 mil cabezas de ganado bovino en 2014 (sŽptimo lugar en
producci—n), mientras que el Instituto de Estad’stica y Geograf’a (INEGI), en 2012 report— m‡s de 133 mil cabezas de ganado
porcino.
ÀC—mo se lleg— a cifras tan altas? A finales de la
dŽcada de 1950, el hato ganadero aparentemente no superaba los 300 mil animales
en el estado. En los sesenta y mediados de los
setenta, un fuerte impulso financiero motiv— que m‡s de un mill—n de hect‡reas
de selvas y bosques tropicales se transformaran en pastizales; esta expansi—n
de la ganader’a ocasion— una dr‡stica disminuci—n de la diversidad biol—gica,
proceso conocido como ganaderizaci—n del tr—pico hœmedo. A finales de los
ochenta, el paisaje estaba ya bastante modificado con un gran impacto ambiental,
en gran medida destructivo.
Actualmente, la cantidad de estiŽrcol ganadero
que se genera en Tabasco equivale a llenar 28 veces en el a–o el estadio de
bŽisbol de la entidad (Estadio Centenario 27 de Febrero). (1) Vinculando este
escenario con la ca’da de reservas de petr—leo y su encarecimiento, es posible delinear
como estrategia el aprovechamiento sustentable de los residuos para la
generaci—n de energ’a, disminuyendo su impacto nocivo. Para lograrlo debemos
comprender la dimensi—n del problema, pues hay poca informaci—n sobre el manejo
o disposici—n final de los residuos del ganado.
Energ’a
renovable
El estiŽrcol no es solo una masa pastosa de olor
fŽtido o en descomposici—n. Es tambiŽn un almacŽn de energ’a, cuya principal
fuente de poder proviene del sol. La ruta podr’a esquematizarse de la siguiente
manera: inicia con un proceso bioqu’mico en el que la energ’a se fotosintetiza
y conserva en las plantas, mismas que luego son consumidas y defecadas por los
animales; este residuo puede ser aprovechado a travŽs de un biodigestor
(contenedor de materia org‡nica para transformarla en energ’a mediante una
tecnolog’a apropiada).
Para saber cu‡nta energ’a podemos extraer del
estiŽrcol, las primeras consideraciones ser’an las siguientes: ÀCu‡nto
estiŽrcol se genera? ÀQuŽ caracter’sticas posee? ÀSe puede recolectar? Es
posible cuantificar los residuos con la cantidad representada por el total de
materia org‡nica (biomasa) producida en funci—n del nœmero de animales, a lo
cual denominamos potencial biom‡sico te—rico. Es te—rico porque no implica que
pueda ser usado en su totalidad en tŽrminos energŽticos; en Tabasco, por
ejemplo, la mayor parte del estiŽrcol queda disperso en pastizales y praderas,
y en menor proporci—n, en establos y corrales. Dado que no es factible ir
detr‡s del ganado recolectando sus residuos, no todo se aprovecha.
Es necesario un manejo apropiado para utilizar estratŽgicamente
el recurso y reducir el impacto ambiental del pastoreo, por lo que existe otra
cuantificaci—n que considera dieta, grado de digestibilidad del animal, tama–o,
edad y sistema de producci—n, a fin de medir el estiŽrcol disponible para su
recolecci—n y aprovechamiento, lo que conocemos como potencial biom‡sico
tŽcnico. Para Tabasco, este recurso se estima en 776,000 toneladas anuales que provienen
de ganado bovino y porcino.
ÀPara quŽ podr’amos usar estos residuos
monitoreados? El residuo en descomposici—n produce un biog‡s rico en metano,
combustible que debe pasar por un proceso de purificaci—n y acondicionamiento. Una
vez tratado, puede emplearse en motores elŽctricos o turbinas que generan
energ’a para proveer calor y electricidad en zonas rurales, o en sustituci—n de
la le–a en hogares donde esta sigue siendo un insumo importante. Algunas
estimaciones de especialistas se–alan que en Tabasco, la energ’a que podr’a producirse
a partir del biog‡s ser’a capaz de energizar m‡s de 7 millones de
refrigeradores al a–o y sustituir el uso de 64 mil toneladas de madera.
Las tecnolog’as basadas en fuentes de energ’a
renovable son una necesidad y pueden contribuir a mejorar el acceso a servicios
b‡sicos, como luz y agua, en zonas donde el acceso a ellos es complicado. Una
estrategia para impulsar estos procesos es la participaci—n conjunta entre
gobierno, academia y sociedad, a fin de promover el desarrollo de pol’ticas
pœblicas adecuadas para el manejo de los residuos ganaderos desde un enfoque
interdisciplinar. As’, se contribuir’a a reducir el impacto ambiental
aprovechando los residuos, en comunidades donde los mismos habitantes y
productores ganaderos adquieran el conocimiento necesario y puedan aplicarlo
para un beneficio conjunto.
Oscar
Silv‡n-Hern‡ndez es egresado de la Maestr’a en Gesti—n de Proyectos y
Eficiencia EnergŽtica de la Universidad Aut—noma de Guadalajara, campus Tabasco
(oscarkart3@gmail.com). Adalberto Galindo Alc‡ntara (drgalindoujat@gmail.com) y Liliana
Pampill—n-Gonz‡lez (liliana.pampillon@ujat.mx) son profesores-investigadores de
la Divisi—n AcadŽmica de Ciencias Biol—gicas de la Universidad Ju‡rez Aut—noma
de Tabasco.
(1) Considerando
una superficie de 0.8 hect‡reas y 35 metros de altura, con una densidad de
estiŽrcol de 0.98 kg/L (kilogramos por litro).
Ecofronteras, 2018, vol. 22,
nœm. 62, pp. 26-27, ISSN 2007-4549. Licencia CC (no comercial, no obras
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